Monoliso en Primavera

Colaborando con mis desperfectos, con mis desequilibrios, me dijiste: Te quiero. Y ahí nomás empezaron a girar las ansias de la mano con tus ojos. Daban vueltas los pretextos que inventábamos para mirarnos, exigían revancha los besos que nos guardábamos. La fotosíntesis de todo eso que callamos iba dando resultado en un menjunje de manos y bocas. Ahora iban cobrando protagonismo los minutos que esperaron mucho para llegar: un tiempo mítico que se suspendía entre la universalidad y la contingencia de ese Allí Mismo. Cuánto goce apretujado que encontraba el perfecto punto de fuga, ese huequito ciego entre tu respiración y la mía.



Llegó el tiempo de inventarle sonrisas de primavera al Monoliso para embellecer la mirada de esta amante perdida y anclada en esos ojos de mieles tan dulces.




2 comentarios:

  1. Gracias a Fernando que me dio el pie para esto :D

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  2. Tomás Gandulfo15 junio, 2011

    Euu amor, no escribiste nunca mas aca! te amo muchisimo sabias?

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