que se dibujaba y desdibujaba como en un caleidoscopio. (1)
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(1) A veces pienso que nos conocemos desde hace tiempo. Una longevidad que nunca acaba de estrenarse, un perpetuo comienzo. Y otras veces me parecés una eternidad esquiva, una sábana blanca infinita e inmaculada. Un eco de otra cosa, perfumes de otros. Y me quedé pensando en “descender”, que es “bajar”, que es Morelli, que es Cortázar, que es el cíclope, que sos vos. Y creo que ahí está la clave para entender todo esto que (no) nos pasa: para mí es demasiado “descender” y para vos es todo “bajar”. Igual, vos eras el cíclope. Ahora ya no. El cíclope como una verdad perfecta y acabada, circular, que se retroalimenta –mi vieja el otro día hablaba de eso y buscaba en internet sobre esas cosas que son autorreferenciales, como un eterno viaje a sí mismo para explicarse continuamente. Era una sola palabra, el poder de síntesis. Pero a mí se me olvidó–. ¿Será que siempre los nombres cambian las realidades? ¿Será que ayer eras cíclope y hoy sólo espuma? Puedo nombrarte de muchas maneras, lo que no puedo es no nombrarte. Esa obstinación de aferrarme a un recuerdo para evitar una realidad que ya se hizo hueso, ni siquiera carne. Ni siquiera carne.
Y ahora entiendo que no puedo negarme, separarme, diluirme sin perderte. Aunque pensándolo bien primero debería haberte tenido. ¿Debería? ¿Es un deber incumplido el no haberte tenido? Deber de obedecer a la Razón y dejar de pintar Rayuela(s). Deber de que no debería haber caído en la tentación de desear tenerte, siquiera.
Todo esto es porque viajo en colectivo y las notas mentales son traicioneras y te asaltan desprevenida, justo cuando ves por la ventana cómo esa chica de la plaza se atreve a decirle que no al pibe que la acompaña. Justo cuando pasando por el cementerio te das cuenta que todos estamos un poco muertos y lo ridículo de llevar flores a una tumba. Y de repente la certeza de saber que ya no puedo pensarte. No debo. Y al final le soy desobediente a mi propia certeza porque caigo en lo inevitable de recordarte.
Ningún reporche, no! sólo saber si la foto es tuya, ya que es muy linda.
ResponderEliminarSé que la saqué de Flickr. Pero busqué el enlace y la verdad que no lo encontré.
ResponderEliminarhttp://www.flickr.com/photos/jopelii/3370504504/
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