Alucinaciones de madrugada. Border, otra vez. Síndrome de personalidades múltiples que juega a ser vampiro. Y yo sin un sólo diente de ajo para defenderme. Embestidas que me arrancan de este estado de anestesia localizada, de esta artritis sofocante, de este limbo oscurecido.

Morfeo juega a las escondidas y Cerbero mueve la cola desde el inframundo esperando que me distraiga. Tic-tac, tic-tac. Pasan segundos que nacieron muertos. La eternidad puede ser demasiado efímera.

Entonces ella dijo, yo dije, él replicó... Era demasiado tarde para entender que estaba todo en mi cabeza. Los espejismos pueden ser demasiado reales si andás buscando un oasis. Y las incoherencias abundan entre mis fronteras, permeables compuertas que amalgaman yoes insatisfechos. Les abren las puertas para ir a jugar.


The neverending story y me quedé sin comer perdices.

1 comentario:

  1. Interesante...

    Ojalá existiera un remedio para la sobredosis de universos interiores.

    ResponderEliminar